cabeza atrás y marco el compás,
melodía se escucha en la habitación
solo llevo mi remerón puesto.
El sudor me recorre,
el pelo suelto
los pies sucios
pero siempre listos
para girar.
Alzo los brazos y giro
algo me sostiene de la cintura
hace doblarme hacia atrás
mientras giro con ojos cerrados.
Respiro hondo, ¡arriba!
estiro mis piernas y estoy en lo más alto
toco el suelo, apoyo las puntas de los pies
quiero huir, ¡dejame huir!
Me tiene agarrada de las manos
vuelta hacia atrás y me deslizo
me trae hacia adelante, me gira
y estoy en su cintura.
Caigo sobre su hombro,
trepo por su pecho
y no puedo soltar,
toca en los lugares correctos
tiro de su cabello y ruge.
Sonrío, susurro en su oído
y otra vez empezamos.
