2/12/2016

Siempre.

Te sueño. Te anhelo. Te imagino. Te sonrío. Te lloro. Te extraño. Te quiero. Te miro. Te toco. Te acaricio. Te pruebo. Te bailo. Te recorro. Te dibujo. Te doy mi cariño. Te doy mi tiempo. Te llamo. Te grito. Te discuto. Te paralizo. Te hipnotizo. Te beso. Te muerdo. Te ayudo. Te abrazo. Te añoro. Te calmo. Te tranquilizo. Te acuesto. Te sigo. Te corro. Te extraño. Te quiero. Te adoro. Te admiro. Te enseño. Te aplaudo. Te respiro. Te huelo. Te agarro. Te sostengo. Te pienso. Te creo. Te hablo. Te fulmino. Te siento. Te veo. Te recuerdo. Te alcanzo. Te acompaño. Te doy un día. Te doy dos. Te cuento. Te relato. Te recreo. Te leo. Te extraño. Te quiero. Te releo. Te mantengo. Te escucho. Te enamoro. Te extraño. Te quiero. Te estrujo. Te canto.

Todo y más.
No nunca.
No a veces.
No quizás.
No casi.
Siempre.

Hace me poco me hicieron una pregunta: ¿seguramente es el amor de tu vida, o me equivoco?
Mi respuesta fue: Si. Es el amor de mi vida.

Te amo.