No me digas que no,
a mí, por favor
cuando todavía
hay amor ahí.
Todavía lo siento
en todo mi cuerpo
tu corazón me llama.
Tu voz, la escucho
en mis sueños te veo
y a mí corazón calma,
porque la llama flamea
me calienta por dentro.
No pensemos más
y digamos las cosas
que se acabe el silencio
hablemos con el alma.
Nunca sentí tanto por nadie
tu amor es mi calma
y tu sonrisa me salva,
me has dado esperanza
donde creí que ya no había nada.