1/09/2016

La palabra: Olvidar.

Uno siempre dice olvidar.
Olvidar a las personas, olvidar sentimientos, olvidar hechos, olvidar recuerdos, memorias, olvidar películas, libros, olvidar canciones, olvidar palabras, afectos, frases. Pero la verdad es que...nadie olvida.
Absolutamente nadie.
Nunca se olvida. Porque como dice un libro que leí: "¿Mis miedos? El olvido".
Pero nadie olvida, no al menos mientras se esté en vida [El olvido es inevitable.]
Lo que se hace es tratar de no pensar, de no recordar, de no conmemorar lo que sea que quieras olvidar. Lo más difícil siempre es olvidar a una persona, ¿por qué? porque una persona es un conjunto de cosas mucho más complejo que el olvidar la letra de una canción, por ejemplo. El olvidar una persona es tratar de olvidar todo lo que dije al principio, es tratar de olvidar palabras, sentimientos, hechos, afectos, frases que se dijeron, olvidar promesas. Se quiere olvidar una voz, una sonrisa, un abrazo, un sentimiento de fortaleza, de seguridad cuando estabas en contacto con la otra persona, se quiere olvidar miradas, gustos, olores que nos encantaba, se quiere olvidar el sonido de una risa. Pero eso sí, no desarrolles otros sentimientos si queres olvidar, no tengas rencor, ni arrepentimiento, ni odio, ni desamor, ni tristeza porque no estarías olvidando, estarías tratando de no recordar.
Nunca, nadie olvida nada.
El olvido ni siquiera sucede cuando uno, u otra persona que era parte o fue parte de nuestra vida, muere. Porque vos lo seguís recordando, todas las personas que lo conocían lo recuerdan y el olvido...SIGUE. SIN. EXISTIR.
El olvido es recién inevitable, cuando ya no exista nadie en el mundo, que te recuerde, cuando toda persona que te conocía ya no esté en este plano y ahí si el olvido es inevitable, porque no va a haber nadie que lleve su recuerdo con ella.
¿La conclusión?
El olvido no existe mientras uno viva, lo que si existe es el no recordar, el no permanecer en un recuerdo. Porque siempre va a haber algo, en diferentes momentos de nuestra vida, que nos va a recordar a algo bueno o malo, y la mente nos traslada directamente a un viaje en el tiempo a ese momento, y algunos incluso somos capaces de poder vernos a nosotros mismos en ese momento y recordamos todo. Absolutamente todo, aunque no quisiéramos.
Recordamos nuestros movimientos, nuestras palabras, siempre se recuerda el primer beso, el primer amor, la primera vez que te tomaron de la mano, el primer te quiero, el te adoro, el te amo, la primera vez, se recuerdan conversaciones completas. Algunos tenemos más memoria para esas cosas que otros, pero siempre algo se recuerda. Nada se olvida.
Nada.
A veces nos hace mal recordar, o a veces bien, pero siempre es lindo hacerlo en cierto momento, porque nos dice que en algún momento fuimos felices, más allá de que si ese final fue malo, o en el presente estás feliz también, pero uno no es feliz una sola vez, uno es feliz en muchos momentos de su vida.
Y para eso está el recuerdo, para demostrarnos que alguna vez fuimos felices, el cuerpo rebosaba de estrellas fugaces dentro de nuestro cuerpo, golpeando un lado contra otro, queriendo salir a esparcirse por todos lados, esos recuerdos no están para hacernos el mal. Y a medida que vas acumulando más recuerdos, conforme pasa el tiempo, aprendemos de que los recuerdos están para hacernos ver que podemos ser felices todas las veces que queramos, a lo largo de nuestra vida.
Pero eso de olvidar...eso es una mentira.