5/06/2016

te extraño.

Uno no extraña por extrañar.
No extraña por obligación.
Extraña por quiere, porque lo siente, porque le nace.
Uno no extraña por parentezco, uno no extraña a un abuelo, un padre, un hermano, un hijo, un primo, un tío, una tía, una prima, un sobrino.
Uno extraña a esa persona por los sentimientos que le hizo desarrollar, por lo que aprendió de esa persona, por lo que le mostró, por lo que hizo darse cuenta, por la realiad que le mostró, por lo sueños que le hizo tener, por las historias que contó. Uno no extraña a un amor, al amor de su vida, a su primer amor, al amor platónica, al amor prohibido. Uno extraña a esa persona que amó, y que le enseñó lo que es el amor a su manera, le mostró lo que era una aventura como esa, extraña los sentimientos del primer beso, del último, de la primera vez juntos, extraña las sensaciones que desarrolló.
Extraña las discusiones de las cuales aprendieron a entenderse mutuamente, extraña la compañía, el apoyo incondicional, extraña el espiar inocentemente sin que te vea. Extraña los errores cometidos, las decisiones tomadas y a tomar.
Uno extraña lo que quiere extrañar porque lo siente, porque le duele, porque sabe que se terminó su momento con esa persona, porque sabe que tiene miles de recuerdos para nunca olvidar.
Y no se extraña por obligación.